miércoles, 30 de marzo de 2016

Persiguiendo sueños



La semana pasada conocí a Ángel, virtualmente hablando claro, él no me conoce a mí. Ángel es un ingeniero de programación que estuvo trabajando en Microsoft, conoció el éxito profesional, económico, el reconocimiento pero un día pensó que eso no era lo que él quería en su vida. Así que lo dejó, cogió su mochila, escribió en su blog y empezó a andar otro camino. Hace poco dejó una publicación en su blog que me gustó mucho y compartí en mi facebook. Debo decir que últimamente desde que ha crecido mi interés por el tema del mundo blogger estoy conociendo cantidad de gente en esas mismas circunstancias, son nuevos emprendedores, la mayoría muy valientes, cuyo denominador común es ese, un día en los albores de la treintena deciden dejarlo todo por su sueño, por su proyecto por otra forma de vida. Unos dejan su trabajo, otros inician esta andadura cuando se han quedado en paro... pero además la mayoría suelen tener unas profesiones muy parecidas, con preparación . A mí debo decir que me estimula muchísimo leerlos, me da energías y pienso que sí, que yo también puedo, pero entonces me doy cuenta de que yo no tengo treinta, tengo cincuenta y parte de esa alegría energizante disminuye ... por qué? sinceramente creo que tengo la sensación de que no tengo tanto tiempo, que se me acabarán los años antes de que pueda culminar mi proyecto, y me entra como una especie de tristeza extraña que ni siquiera sabría definir. Pero porqué? Por qué me puede tanto ese factor? Qué ha hecho que sienta que cuando una persona llega a su madurez ya no tiene derecho a tener esos sueños? Llevo un tiempo en que a causa de temas laborales y algunos personales se ha producido en mí un cambio, sufrí una decepción que me ha tenido un tiempo casi fuera de órbita, sintiendo que debía re-ubicarme, que no estaba en mi sitio. Me ha costado Dios y ayuda reponerme medianamente (la llegada de la primavera ha ayudado un pelín), y en vez de atorarme me he enfrascado más y más en la búsqueda de ese sueño, y he seguido leyendo, intentando aprender cosas de este mundo del que desconozco todo y me suena a chino mandarino, pero que me da igual, que no pasa nada y si haciendo pruebas y pruebas escacharro el blog, pues ya haré otro. Pero lo que quiero con todas mis fuerzas es desprenderme de esa sensación de que no voy a tener tiempo para emprender cosas y verlas terminadas, de que voy tarde. Quien narices me ha metido eso en la cabeza? a mí, que era la reina de la positividad para los demás, que siempre digo "el tiempo se acaba cuando te mueres, no antes" y lo pensaba y lo pienso, tengas veinte, treinta o setenta, da igual el tiempo es para invertirlo, disfrutarlo, hacer lo que te de la real gana con él hasta el último momento.


Siempre hay tiempo
Entonces? A qué viene que ahora yo no me lo aplique a mí misma? Que invento es esto? No lo sé, supongo que hasta que no encuentre la respuesta no voy a parar, seguramente la respuesta está en mi misma, mi otro yo es el que debe estar diciéndome todas esas cosas, pero no lo sé. Tengo la sospecha de que socialmente es un mensaje que se nos envía y nos enviamos montones de veces, empiezas a ser mayor, ya no te van a tomar en serio, ya estás arcaico. Practicamente te toma en serio tu entorno, la gente que te quiere o la gente de tu edad, y no toda, porque no nos engañemos, en esto de la especie humana hay una constante que está presente en individuos de todas las edades, y es "si yo no me veo capaz, intentaré convencerte a ti de que tampoco vas a serlo para que no lo hagas y así camuflo mi propia incompetencia para superarme, o mi vagancia o mi inseguridad" y como dejes que ese tipo de mensaje te calen vas apañado. Es como si uno, a esta edad o en estas circunstancias, tuviese derecho a tener sueños, claro que sí, pero no a perseguirlos. Ah, amigo, eso es otra cosa. palabras mayores. Donde vas aspirante a vejestorio? Entonces un día dices que tienes lumbago o que te duele la rodilla y te miran como diciendo  "y quieres lanzar tu proyecto adelante si ya mismo te veo en la residencia?", pero vamos a ver pedazo de tonto, que me duele el lumbago o la rodilla, pero lo que yo hago es con las manos, no corro maratones ... con las manos y con la cabeza, sí eso que tú utilizas poco ... tch, que mala hostia me entra... Pero esto no es más que las etiquetas que nos adjudicamos, porque la culpa no solo es de los demás, es nuestra. Yo decidí hace un tiempo que no me ponía nadie más una etiqueta ni por temas políticos ni religiosos ni por nada más. A mí me defino yo. Punto. No me da igual lo que pienses o lo que sientas, no, incluso depende de como seas capaz de transmitírmelo puede que me interese, pero de ningún modo te doy ni el derecho ni el poder de etiquetarme a tu antojo guiada por tus tendencias, ideas o pre y perjuicios. Y para eso sí me ha servido mi edad. Para decirle al más pintado que se me plante delante eso mismo: lo que yo pienso es esto, y no tiene otra interpretación que tú le quieras dar. Si digo SI es SI, si digo NO es NO, así que no interpretes "puede" "quizás" "a lo mejor".
Gracias Ángel, porque gracias a ti voy a ser "espabilista", y así tenga 80 años voy a seguir estudiando para serlo. Y consiga alcanzar mis sueños o no, cuando me vaya, quiero que se ponga en mi epitafio "En este mundo vivió La Sra Jones, aprendiz de Espabilismo para toda la eternidad".




domingo, 20 de marzo de 2016

BENDITA PRIMAVERA ...

Por qué me gusta


Pensamientos buenos

National Geographic

Y es que no sé el motivo pero a mí la primavera me trae un especie de renovación total, como una catarsis en la que mi mente empieza a liberarse de los nubarrones grises y empieza a ver nubes de colores, se me llena la cabeza de color. Es, sin duda, mi estación del año preferida, en la que  la tierra empieza a llenarse de verde y color. Sí, sé que es la estación más estropiciadora para las alergias, y entiendo que haya gente que la deteste, pero yo la adoro. Soy capaz de canalizar mucho mejor las emociones y los pensamientos negativos, tengo una mayor tendencia a querer ver las cosas desde un prisma diferente, más conciliador. Cuidadín, que lo que no me entra no me entra ni en primavera ni en verano ni en ninguna época, es decir que aquel a quien no pueda ver ni en pintura ya se me puede aparecer con un rosal de pitiminí atado a la cabeza que yo le voy a ver un cardo borriquero.

Los días se alargan

shariqua.wordpress
Empiezas a ver la luz al final del camino, es decir, salgo de la oficina y todavía veo algún rayito de luz que me indica que sol salió y ya se va a dormir, pero que estuvo esperándome. Es un preludio de lo que tiene que venir, tardes bonitas que se acercan a medida que pasan los días y que algunas veces llenan el cielo de un suave tono rosa cuando entra el anochecer, y te entran unas ganas locas de pasear, de andar despacito, de oler, de cerrar los ojos y de sonreír. 
La luz es vida.

Porque acaba en una verbena!

Acaba la primavera y empieza el solsticio de verano, la noche mágica de San Juan, fuego, noche, misterio ... hay quien sigue rituales para quemar todo aquello que quiere alejar de sí, después estará la habilidad de cada uno en conseguirlo. Pero me gusta empezar el verano con una fiesta, aunque el verano no sea mi época favorita por aquello del sudor y que los pies y los tobillos se me ponen como mamporros. Sin embargo me encanta la playa, una de las delicias del verano para mí es, como no, el atardecer, esté donde esté. No hay nada que me relaje más que acercarme a la playa cuando tengo oportunidad , a media tarde, cuando el sol está bajo, la mar en calma, y hay poca gente. Disfruto como una niña. Y aún recuerdo una vez en la que un nubarrón se acercaba amenazador y mi amiga, CEP, la mejor amiga que he tenido nunca, la de voz de sirena, y yo, nos metimos en el agua y empezó a llover. Desde el agua veíamos a la gente que momentos antes deambulaba por el paseo, amagada bajo los toldos de las tiendas y los bares, pero la playa estaba desierta y parecía que no había nadie más en el mundo, sólo CEP y yo, disfrutando de ese momento, hablando de nuestras cosas o calladas y mirando al cielo para ver como las gotas venían hacia nosotras y hacían el mar más grande. 
Todopaisajes

Y sobre todo, ante todo y por encima de todas las cosas: por la flores.

Lo he dicho y lo repito sin parar, me encantan las flores, algunas me fascinan, tengo incluso alguna favorita, las flores blancas, pero en definitiva todas las flores me gustan. Solo hay un problema entre las flores y yo, y es que yo no les gusto a ellas. No sé que les habré hecho pero yo tengo la impresión que es acercarme a ellas y se chuchurren. No sé cuidarlas, o las agobio y las ahogo, o las dejo y mueren de inanición. Así que mi marido optó por cuidarlas él, y creo que él sí que les gusta porque le sobreviven más. Pero el caso es que estoy encantada de que existan, no me importa que ellas no me quieran, el cariño que les tengo es incondicional porque hacen que mis primaveras me resulten más cautivadoras y mis veranos mucho, mucho más llevaderos.
Pensamiento blanco


Orquídea azul

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Verbenas









domingo, 13 de marzo de 2016

Paula Bonet ... la ilustración hecha belleza.


Paula Bonet Shhhh

Si algo tiene Paula Bonet para mí es la capacidad de transmitir con su dibujos. Realmente eso es algo muy personal, particular, lo que a mí me dice muchas cosas a ti no te dice nada; lo que a mí me impregna de un sentimiento profundo a ti te deja indiferente. Y viceversa. Y esa es la genialidad del arte y de la diferencia entre las personas, que para cada uno de nosotros hay un estilo, un algo diferente o no que nos mueve y nos conmueve. Y menos mal que es así, sería horripilante encontrarnos con que a todos nos gusta exactamente lo mismo, acabaríamos hartos de nosotros mismos. Bueno, pues Paula Bonet ( si queréis conocer algo de su biografía os llevo hasta su web, clicka aquí) es una ilustradora de las que a mí me mueven y conmueven. Ha sido uno de mis descubrimientos más recientes, y me gustó tanto que una ilustración suya preside hoy la mesa de mi taller. Es esta mujer alada azul, con pelo recogido, ojos cerrados y torso desnudo. Está como ausente, dejándose llevar por su propia sensibilidad, dejando que ese momento que está viviendo de libertad con su desnudez y su preciosas alas azules, lleven su cuerpo y su mente allá a donde ella quiera ir. Sin importarle lo más mínimo lo que pase en el resto del mundo. Eso es lo que veo yo cuando la miro:
Paula Bonet, Les nits que no acaben mai (Las noches que no acaban nunca).
Esta es la ilustración que tengo sobre mi mesa de trabajo, la que tanto me gusta mirar, la que me serena y me inspira. Va acompañada de la letra de una canción del grupo Inspira: "Tornem a ser un foc encès. Recuperem l'alè perdut tan merescut. Tot dins les nits que no acaben mai ..." (Volvemos a ser un fuego encendido. Recuperamos el aliento perdido tan merecido. Todo dentro de las noches que no acaban nunca ...)

Gratallops 



Neopreno








Mujer Iceberg

Respirar els núvols  (Respirar las nubes)
Els texto completo dice "Respirar las nubes y pensar en monosílabos")

Tener un nudo en la garganta
Y aquí un vídeo realizado por Beatriz Janer sobre Paula. Es corto, en él hay apenas unos retazos de Paula acompañados de una música preciosa:






jueves, 10 de marzo de 2016

Cosas que una piensa a veces

Ilustración: Agustina Guerrero, La Volàtil

A mi me maravilla la vida. Lo digo en serio, me alucina a veces. Hoy sin ir más lejos le contaba a mi compiamiga LVM que me sentía muy mal por varias cosas que parecían haberse "desordenado" a mi alrededor. Bueno no, que se van a desordenar ni que leches, ya he querido ponerlo en bonito, y no. Son varias cosas que me tienen algo alterada por diversos motivos y que además algunas no tienen ninguna conexión con las otras: unas me han causado tristeza por ser inevitables, otras me la han causado por ser evitables, otras no me han causado tristeza , solo malestar, y otras me han generado unas ganas tremendas de empezar a soltar guantás con la mano abierta ... todo eso junto me pasa pocas, poquísimas veces. Normalmente, y sobretodo últimamente, suelo canalizar bastante bien todos estos sentimientos, de forma que no llegan a apoderarse de mí. Para conseguirlo tuve que someterme a una auto disciplina de auto control para no llamar imbéciles a más de dos y más de tres cada vez que abrían la boca (o le daban a las teclas, que para el caso es lo mismo), pero la terapia no sirvió, lo reconozco y las ganas de llamar imbéciles a los imbéciles persistían. Pero es que  llamar imbécil a alguien seguramente es caer en algo que yo misma deploro, y es que el insulto es el recurso más fácil de quien tiene poca razón, mínimos recursos y ningún argumento (menos Pérez-Reverte, ese puede llamarte imbécil y como le preguntes te suelta doce mil quinientos argumentos correlativos y por orden alfabético si hace falta. Que tío). Así que como de lo que estoy totalmente convencida es de que no hay que discutir con imbéciles porque su carencia de talento para exponer con coherencia sus ideas,  la suplen con unas palabras tan malsonantes como simplonas con las que creen que te están hiriendo en lo más profundo de tu ser o que están siendo tan transgresores que lo que pasa es que tienes envidia de su osadía y "sinceridad" (¿?) y es que nunca antes, había visto, oído o leído a tanto cenutrio (cenutrio es insulto?ay, ahora no sé) auto proclamarse "sincero" simplemente por ser capaz de soltarle un improperio de lo más primitivo a otro, y muchas veces por causas de lo más cochambrosas, y como no tengo tiempo para estos juegos estériles, pues ... que no discuto. Y ya puestos no discuto con nadie, ni imbéciles ni no-imbéciles. He desarrollado un dispositivo invisible que llevo incorporado a mi cabeza y se pone en acción cuando empieza a oír sandeces y/o polémica bajando automáticamente cualquier decibelio que garganta humana pueda emitir.
Hay gente que se piensa que soy sorda del todo, o que tengo una sobrenatural capacidad de concentración, pero no, es el interruptor que se activa y me pone en OFF el solito. Como es imaginario, solo lo veo yo, o sea que no me afea la cabeza ni nada, y es gratis tanto el interruptor como  la instalación. (Una cosa, algo sorda sí que soy, pero a ratos)
Bueno, que me he ido por las ramas, decía que le contaba mis pensamientos a mi compiamiga LVM, y ella escuchaba pacientemente y casi en silencio hasta tal punto que pensaba que quizás estaba tan ocupada que no me estaba escuchando, así que la he dejado con sus cosas. 
Al cabo de un rato LVM me aparece con un sobre blanco, y me dice que lo abra más tarde. En su interior esto:





Hace días ella misma me descubrió a Agustina Guerrero, la ilustradora y creadora de ese cuaderno y su alter ego "La Volátil", esa mujer tan divertida con el jersey a rayas,  porque regaló un cuaderno suyo a una amiga convaleciente, y a mí me encantó tanto que empecé a indagar en esta ilustradora, a la que dedicaré un post en el apartado de Ad-Mira dentro de poco. Me he quedado alucinada. En el interior del cuaderno esa sencilla nota, y después unas pocas palabras: "hace días que te la quería regalar, porque vi cuanto te gustó" . Pues sí, LVM escucha, no solo oye, mira, no solo ve, y ha querido alegrarme el día que era bastante feo por cierto, por que cuando ella ha salido me he fijado en que llovía. Utilizaré ese cuaderno para escribir lo que se me ocurra, lo que me apetezca, lo que me nazca pero espero ser capaz de transmitir siempre algo positivo, sensible, que aporte alguna cosa, como la persona que me lo ha regalado. Porque lo que podía haber sido un muy mal momento alguien lo ha convertido en una sonrisa con un cuaderno en blanco, los dibujos de una tía muy graciosa con un moño, y un buen puñado de generosidad. Que fácil era, y que difícil me lo ponía yo.
La Volátil es el otro "yo" de Agustina Guerrero

viernes, 4 de marzo de 2016

Nuevo apartado: Ad-Mirando el talento

Si hay algo que me apasiona es el talento de las personas, ese don que obtienen algunos y que les hace capaces de trasformar aquello que ven, oyen o sienten en obras de arte. Da igual si es innato o aprendido, la capacidad de aprenderlo también lo es.
A mi me lleva media vida en descubrir cual es el mío, y digo media porque ya tengo cincuenta, es decir la mitad porque pienso vivir hasta los cien, osea que me queda la otra mitad. Sé que lo tengo, talento, pero no sé donde anda y mira que yo le imploro "Manifiestate...!", pero mi talento prefiere mantenerse anónimo, habitando en mí, haciéndose notar, que sepas que está, pero no sepas dónde, y así nunca sabes por donde te puede salir. Bueno, pues yo lo dejo libre revoloteando por el interior de mi ser, para que se manifieste cuando le apetezca, eso sí, que no tarde mucho (y que no me cueste dinero, eso también).
Pero si sé admirar el talento de los otros, y me encanta hacerlo. Y últimamente estoy descubriendo tanto que a veces me abrumo.
He querido iniciar esta categoría, AD-MIRA, con esa maravillosa ilustradora de la que ya os he hablado, Vero Rodríguez, creo que es obligado ya que su "A veces soy misteriosa" es la imagen de mi blog, y si la escogí en su momento fue por algo.
Vero Rodríguez es de Santiago de Chile, y si queréis saber un poquito más acerca de ella, os dejo el enlace hacia su web donde ella misma hace una breve presentación, puedes verlo aquí.



Me encanta su manera colorista y sencilla de transmitir emociones





La mía muchas veces está fuera unos cuantos días. la cabeza digo.










Esta se parece a mí cuando estoy de malas pulgas.








Y también realista.

Si queréis ver más imágenes las podéis encontrar en su web, Me pasa a veces..  Os va a encantar.